Jaun, querido lector, es un ente [ He aquí una bonita definición del diccionario "Lo que es, existe, o puede existir" ]. Jaun, - y quiero que quede claro, se pronuncia "yáun" - no es, pero existe, y definitivamente, puede existir. No se si me dejo explicar.
Jaun no es un ser material, pero es más que una idea - no, no es un fantasma- Particularmente, lo considero una personalidad que, llegado el momento, se apodera de nuestras ideas, y se dedica al jocoso afán de ridiculizarlas. Sátira, le dicen los literatos.
Jaun es la ironía en su estado más puro, pero - y esto es muy importante - Jaun no es un ente malévolo. Podría resultar fastidioso, si; Pesado también. Pero lo que realmente busca no es hacer daño. Se divierte viendo a la gente sufrir por lo absurdo de sus decisiones, y es por ello que ha adoptado el extraño hobbie de desordenar los conceptos de las personas. Verán, la "lógica" de Jaun, no es lineal, como la de nosotros, los seres humanos [ Esto es: Para lograr el objetivo A, tengo que realizar esta acción, luego esta otra y después aquella ]. Él simplemete cuestiona todos los pasos, los ridiculiza, los insulta, los humilla, y si luego de eso, aún persistes querer lograr el objetivo A, entonces se retira sonriendo y te dice "has encontrado algo importante, busca una buena manera de lograr el objetivo". Es como una prueba de fe. ¿Ahora si me dejo entender?
Confieso que, al empezar el blog, no sabía que era Jaun -brother, es tu nombre, pero mal escrito- pero, al releer las publicaciones antiguas [ Algunas son lamentables, lo admito -algunas, dice ] he ido encontrando una presencia que se manifiesta en todas. A lo largo de esta semana he ido madurando la idea, y tras salir de un ensimismamiento total, me he dado cuenta de lo que probablemente sea el descubrimiento del año: Jaun está en todas las personas.
Jaun es el hereje, que se ríe de la idea de un dios que lo vigila desde el cielo todo el día, que tiene un plan que de no ser cumplido por tu humilde persona, te enviará a un pozo de fuego y espinas donde sufrirás por siempre. Sin embargo, ese dios te ama.
Jaun está el peruano de a pie, aquel se queja del gobierno,que le dedica sus más furiosas palabras, lo tilda de ladrón, mentiroso y payaso. Sin embargo, cuando tiene la oportunidad, coimea a los policías, engaña a su mujer y le echa la culpa a otro cuando lo descubren.
Jaun es el cura marica, el monaguillo que va a chupetas todos los viernes, el chico de 3er ciclo de la universidad que roba carteles de las avenidas, el ciego que se burla del sordo, Jaun es el agua que se desperdicia, el asentamiento humano a la espalda de Casuarinas.
Jaun es una delgada línea gris que separa, el blanco del negro, el bien del mal, y hace de ese gris una forma de vida.
Jaun está en todas partes. Es cuestión de saberlo escuchar.
Juan.
Nota: este post fue escrito más por Juan que por Jaun, sin embargo, releyéndolo, me doy cuenta que Jaun se ha metido por ahí también.
Bastardo.